Retomando correos firmados y desconocidos que necesitan personalizarse con mi retoque:
¿Somos nosotros los culpables de esta CRISIS MUNDIAL?
La situación de crisis del Mundo tiene CULPABLES. Las Guerras, la Desigualdad, la Pobreza, la Injusticia, la Avaricia, las Mentiras y el Odio no son por culpa del azar, de la fatalidad, ni de maldiciones o castigos. Hay políticos, medios de comunicación y algunos expertos y técnicos que escamotean el origen y los causantes de este desaguisado e insinúan que esta desgracia es de TODOS. Los Culpables de que existan los conocemos y por eso exigimos su responsabilidad.
Unos viven en grandes casas rodeados de lujo y abundancia y otros viven con nosotros en la escuela, en el barrio y en el trabajo. Unos son famosos por la TV y la prensa; otros son vecinos y compañeros de la vida. Unos y otros usan la violencia de las armas, el poder del dinero, la fuerza del chantaje, del miedo, la sumisión y la comodidad.
¿Pero quienes son los culpables?
Los que provocan las guerras y dedican medios a fabricación de armamentos para obtener beneficios a nivel privado y los que disparan y los defienden.
Los que especulan negociando con el dinero producido por nuestro trabajo sin importarles el valor de las personas y los que se aprovechan y callan.
Los que dan falsas noticias pagados por los grandes trust hipócritas de la comunicación manipulando a su antojo y beneficio y los que las propagan y no denuncian.
Los que provocan a menudo situaciones irreversibles de muertes, agresiones, impiedad, hambre y miseria y los que las soportamos al creer que no se puede hacer nada.
El conocimiento nos hace CÓMPLICES
TODOS NOS CONOCEMOS porque tenemos nombres y apellidos. Y sabemos que nuestra conducta con los demás no es la misma. Unos se esfuerzan permanentemente en ser Solidarios y otros se obligan a ser Egoístas; unos pretenden habitualmente Repartir y otros se estimulan en Acaparar; unos valoran la Bondad en su comportamiento y otros se inspiran en la Intolerancia. NO SEAMOS CÓMPLICES y avergonzémosnos de esta situación. Podemos cambiarla. Acaso no podamos en los primeros intentos, pero reconozcamos que estamos al principio de la Era Democrática y continuemos esperanzados.
¿Como hacer una revolución pacífica, tranquila y colectiva?
Comencemos por un NO firme y tranquilo. A veces tomará forma de silencio y otras de grito o palabra escrita; puede a veces ser una firma o una claúsula de convenio colectivo; quizá se haga pintada en un muro o en cuadro de exposición o en imagen audiovisual; es posible que nuestro NO se convierta en boicot o en absentismo.
Tal vez se necesita que el NO se multiplique en dos, diez, mil o millón, en concentraciones o manifestaciones; muchas veces lo transformamos en paros y huelgas arriesgadas y rebeldes; cuando podemos ese NO lo desarrollamos en leyes con derechos y deberes; y siempre es preciso utilizar diariamente, en nuestra familia, trabajo, comunidad y planeta, la poderosa arma pacífica, libre, secreta, insustituible y revolucionaria: el VOTO. Aunque a veces parezca que falle.
Salud para todos y compromiso de cambio para cada uno.
martes, 23 de junio de 2009
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