lunes, 6 de septiembre de 2010

PROGRAMA DE DESPROPOSITOS OTOÑALES

Regreso de vacaciones familiares y estoy
en blanco marítimo y en babia celestial
y con miedo a los innumerables
despropositos de la "reentré" otoñal.

Necesito resituarme para organizar
mis próximas actividades educativas,
mis tareas de cuidador familiar,
mis trabajos intelectuales y artísticos,
mis ejercicios deportivos y sanitarios;

mis responsabilidades paternales,
conyugales y amigables, y en especial,
mis labores más creativas e intimas
como oir a los pájaros que habitan en mis árboles,
darles comida y preguntarles por su vida;

ayudar a las hormigas de mi jardín
a recojer comida para el invierno
y escuchar sus aventuras veraniegas;

observar a las nubes que circulan
por mi tejado y analizar la evolución
de su forma y número y comentarles
las dificultades que van a tener en su camino;

acompañar a mi amigo canino Tapón
en su deambular diurno
estudiando sus necesidades
eróticas, bocales y culinarias;

participar imaginativamente en el diseño
y elaboración de la carta obligatoria
y nutricional,de la manduca diaria
de toda mi prole inquilina hambrienta;

desarrollar la ejecución activa
de la organización habitacional casera
y la limpieza higiénica completa hogareña
sin rechistar y con control remoto presencial.

¡Cuanto trabajo aún me queda
por hacer este año! Puaf.

SALUDOS A UN AMIGO REENCONTRADO.

Te deseo toda la Felicidad que mereces
y puedas soportar en tu casa, en tu valle,
en tu bosque, en tu río Tamuxe,
en tu océano Atlántico y en tu vida.

Me alegro de tu vuelta a la civilizacion salvaje e imperfecta.
Un viaje permanente del que no se escapa nadie,
aunque vivamos siempre en nuestro escaso
metro cuadrado de existencia.

Estes donde estes, desde cualquiera de los nidos
construidos entre nuevos aires, rocas, zarzas, arboles y tierra,
sea por aki o por alá, somos necesarios
e imprescindibles dentro de nuestra grandiosa insignificancia.

Ya me pregunté por tu silencio pétreo y sin respuesta;
por tu paradero incognito y misterioso
mientras seguia esperando
tu reaparición sorpresiva y telemática.

Porque echaba en falta tu dardo crítico e irónico,
tu cachondeo pasota e insolente
y tu compañía sabia y solidaria
para la tarea histórica y vanal
de ampliar y globalizar
nuestros "pequeños paraisos".

Gracias por compartir el desván de tus musas.
Mucha Salud, muchas Ideas y más Suerte.