Fue el 6 de agosto a las 24 h. en la Plaza de los Fueros dentro de las Fiestas de la Blanca de Vitoria-Gasteiz, capital de Euskadi. Hablamos del Concierto GU GIRA que dieron 9 cantautores vascos: Antón Valverde, Gorka Knörr, Urko, Gontzal Mendivil, Iñaki Eizmendi, Txomin Artola, Amaia Subiría, Exart, y Mixel Dukau.
Las 24 canciones en eusquera llenaron de nostalgia la época esperanzada de la Transición, sirvieron de recordatorio a la memoria musical identitaria vasca de las tres últimas décadas y homenajearon a los fallecidos: M. Laboa, Imanol, Lourdes Iriondo, Estitxu y Julen Lekuona. Los asistentes, en su mayoría de mediana edad, con algunos turistas admiradores de los cantos vascos pero sin traducción al castellano, ocupaban al comienzo una media entrada y dos tercios en los momentos de máximo aforo y participaron de forma entusiasta.
¿Y la mudez dónde aparece?
En lo que saben y no cantan; en lo que sienten y no escriben; en lo que miran y no existe para ellos; en lo que ocultan porque no les interesa; en la manipulación de la historia; en que tergiversan la actualidad para su beneficio; en la parcialidad de la interpretación legislativa; en el silencio de su insolidaridad democrática; y sobre todo en el olvido de la compasión y el sufrimiento humano.
Por eso aquellas canciones y voces, algunas de ellas convertidas en banderas corales simbólicas, frescas e idealistas de la izquierda unitaria vasca por la libertad y la democracia, se han desnudado ante el espejo de la realidad y transformado en envejecidos mensajes contradictorios, en agresivas consignas sesgadas y en propagandistas repetitivos y partidarios para una noche de verano “festiva, bucólica y evocadora”.
¿Por qué algunos los vemos así ahora?
Porque estamos en el año nueve del siglo XXI, y a lo largo de estos años hemos adquirido unos conocimientos claves y aguantado variadas experiencias: 30 años de Gobiernos vascos del PNV; 33 años de Autonomía siendo una de las regiones españolas y europeas más ricas; 35 años desde que Franco murió; 40 años desde el festival de Woodstock y su medio millón de asistentes; y 50 años justos sufriendo la violencia y persecución de Eta con el apoyo de sus defensores, con los resultados dramáticos conocidos por todos.
La mayoría de los vascos, representados por el reciente Gobierno vasco, necesitamos que los letristas y compositores trabajen y se impliquen en un modelo de canciones representativo de nuestro sentir actual igualitario y democrático, para que las melodías vascas nos acompañen durante la vida, en un futuro de voces libres, sin discriminaciones ni enfrentamientos, sin miedos y sin violencia.
¿Los cantautores pueden ser neutrales en sus canciones?
Como los representantes de la cultura vasca no son, ni pueden ser asépticos, ingenuos, ni neutrales: ¿Cuándo oiremos canciones de músicos vascos cuyos textos poéticos expresen la igualdad real de todos los ciudadanos vascos, la condena a Eta o la solidaridad con sus víctimas?. ¿Qué cantautor vasco pondrá música a letras de Yoyes o al discurso actual, desde 1993, de Julen Madariaga de que Eta pida perdón a las víctimas y dé la espalda a la violencia?. ¿Sería posible escuchar conciertos populares en Euskadi en las dos lenguas mayoritarias y co-oficiales, castellano y eusquera, como se hizo al final del Franquismo y en la Transición?.
sábado, 15 de agosto de 2009
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario