Las vacaciones se acaban.
El tiempo libre se acerca.
Los pensamientos se agolpan.
Los caminos se engrandecen.
Las esquinas se vacían.
Todos se rompen al tocarlos.
La argamasa se endurece.
La palabra se desvive.
Tuerzo el dedo vacilante.
Quiere caminar despacio.
Solo el canto permanece.
La mudez expresa tanto.
Quedan días, años, siglos.
Unos pasan y otros llegan.
Ataduras como sueños.
Tan despiertos como inermes.
lunes, 5 de septiembre de 2011
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